En Paralelo20 tenemos muy «buen saque», así que cuando se trata de turismo gastronómico somos los primeros en apuntarnos. El pasado fin de semana hicimos un pequeño recorrido por Flandes, la zona norte de Bélgica. Así que cuando hablamos de «gastronomía flamenca» no nos referimos a aceitunas, pescaíto frito y salmorejo (si, lo sabemos, chiste fácil).
Sin duda los dos productos gastronómicos estrella de Flandes son el chocolate y la cerveza. Curiosa mezcla ¿verdad?
Pero empecemos por el aperitivo. Bélgica es un auténtico paraíso para los amantes de la cerveza, incluso desde la Edad Media, cuando se elaboraba principalmente en monasterios como el de Affligem. A día de hoy existen en el país más de 1.500 variedades de cerveza, incluyendo la que lleva el nombre del monasterio. Los diferentes tipos se consiguen a partir de diferentes procesos de fermentación: baja, alta, espontánea y mixta. Los belgas se lo toman tan en serio que incluso muchas de ellas tienen su propia jarra especialmente diseñada para realzar el sabor de la «birra» en cuestión.